
Alborea,estoy sentada pensándote,
Obscurece,estoy en un precipicio escribiéndote,
vuelve la rutina y la penumbra
vuelve la Soledad como compañera y mi pregunta,¿Amiga es usted viajera?
-Responde; Como no,ya guardo mi baúl en la maletera,nos encontramos en el mismo tren
de casualidad, - le digo yo. Ella me dice Amiga no se si llorar,
Es afable su grata estadía , me ayuda a pensar en este momento de alicaída,
siéntese a mi lado y hablamos de porquerías, noches abatidas y letargos de días, Llámame María Soledad o solo Maria ya da igual porque todos me conocen y dudo que muchos me nieguen en su vida.